Algunas personas vienen a la consulta pidiendo un masaje profundo porque piensan que así es más eficaz, pero nada más lejos de eso. El masaje deberá adaptarse a cada persona y situación, y en ningún momento debería suponer la sesión como una paliza para el paciente.
Por norma general podría adaptarse así aunque depende de muchos más factores:
- Superficial: Niños, Ancianos, Musculaturas débiles.
- Media: La más frecuente.
- Profunda: Para los deportistas
La intensidad superficial actúa sobre la piel y tejido celular subcutáneo. La segunda, la media actúa sobre músculos superficiales y finalmente la más profunda trabaja toda la musculatura. Si trabajamos en algún momento una zona que produce dolor, hemos de adaptarnos a las necesidades y circunstancias.